domingo, 17 de abril de 2011

El re-regreso

Bueno, esto es un auténtico desastre. Siempre he querido hacer un buen blog, constante, variado y sobretodo, que sea visto. Será que no tengo madera para esto.

Pues bien, he decidido crear un blog monográfico -por así decirlo- y dedicado única y exclusivamente a mi proceso de pseudonovela El hombre que ríe. La historia de su génesis es un coñazo, pero creo que es necesario contextualizar todo este embrollo y así, además, tengo excusa para el primer post:

El hombre que ríe fue, en su origen, una historieta de pacotilla que iba escribiendo por capítulos e imprimiendo para mis amigos del colegio ya hace varios años. Dicha historieta se inspiraba muy libre y vagamente en un cuento homónimo de J. D. Salinger -que duerma en paz- y a esos capítulos impresos los llamaremos, a modo sorno, los Manuscritos -¡creo que aun conservo alguno!

La trama de esos Manuscritos se acabó con un gran meteorito que destruyó toda forma de vida. La historia, terminada, se quedó en el olvido. Años después sucumbí a la ambición y quise renovar la historia de El hombre que ríe, así que hice unas cuantas reparaciones a los Manuscritos y amplié la historia en un blog -Mitad bourbon, mitad leche- que al fin se murió sin terminar. Era mi segundo intento, y a este relato modificado le llamé El hombre que ríe (reeditado).

Bien, pues, un par de años más tarde he decidido volver a empezar casi desde cero, y a este tercer intento le llamaré El hombre que ríe (remake). Hay varios motivos para eso. El primero es que la palabra remake es demasiado guay, sinceramente. El segundo es que re-remake es mucho más guay, pero como nombre de web es durísimo. Luego nos topamos con que podría haber puesto un 2.0, -ahora eso es lo más guay del mundo- pero el carácter del punto no puede ser puesto en una dirección web.

Sea como sea, el hombre que ríe vuelve a nacer, y lo hará, como siempre, en capítulos. Los primeros se ceñirán bastante a El hombre que ríe (reeditado), pero con añadiduras y pequeños cambios. Bueno, basta de charla, allá vamos.

PS: mis paréntesis son, bajo mínimas excepciones, guiones. El principio de razón suficiente empleado aquí es que se me cayó medio litro de agua en el teclado y sólo puedo meterlos en el PC con un insertar símbolo. Eso también es un coñazo.

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